Hay jugadores que son moldeados para algunas camisetas, que habiendo nacido en lugares lejanos e incluso formado con otros colores, cuando encontraron su equipo crearon una leyenda. Es como una historia de amor: el ídolo, los colores, la hinchada y la gloria futbolística. Estos elegidos son predestinados que marcan la historia de una sociedad, su forma de jugar genera una escuela de jugadores que intentan emularlo.
En la época dorada del Club Cipolletti hubo un nombre que trascendió en tiempos donde el Albinegro se codeaba con los más grandes de la primera división del fútbol Argentino. Hubo un hombre que se identificó tanto con la camiseta Blanca y Negra que se entregó como un hincha en la cancha. El ruso Juan Enrique Strak tenía la combinación perfecta entre talento y sacrificio e instantáneamente enamoró a los fanáticos albinegros.
El ruso llevó a Cipo a lo más alto. Jugó grandes finales, supo ganar y supo perder, dejando todo en la cancha generando un vínculo eterno con el Club Cipolletti. Los que lloraron de emoción por cada una de sus batallas, los que se deleitaron con sus lujos, los que mantienen vivas sus epopeyas en historias para sus nietos, hablan también de una gran persona. El ruso es un hombre con valores tan nobles que trascendían a la hora de jugar. Por eso hoy, cuando el calendario dice que han pasado los años y que ya cumple 65, piensa que inmenso es lo que este hombre hecho que el pueblo Albinegro lo recuerda con tanto afecto. Feliz cumple ídolo!! te estaremos agradecidos para toda la eternidad
No hay comentarios.:
Publicar un comentario